COÑOS PARTE._ 14
Me ha costado mucho llegar aquí, por la espesura de mi mente, pero tomé vitaminas e isoflavonas, así que dispuesta a la batalla.Tengo que dar gracias a @*******ante , porque me pasó una revista en la que se habla de la menopausia y la andropausia, de la que extraje algunas frases de un artículo de Marta Sanz, escritora y doctora en filología, haciendo referencia a su libro Clavícula ,entre otras cosas. He de reconocer que no me he leído ningún libro de esta autora, pero ahora ya tengo una gran curiosidad.
Pensé que estaba ya en la menopausia. Sí, esto es autobiográfico total, no como los relatos eróticos de joy en los que todos somos felices amorosos y multiorgásmicos. Esta vez hablo de mí porque sí. Pues eso, que faltan menstruaciones, vienen sofocos y un poco de mala leche, eso tal vez esté incluido en el síndrome premenstrual también, pero como no había menstruación dije, date, que esto es la menopausia. Que no viene como la menarquia una azafata vestida de rojo como contaba en mi relato de hace 15 años, no. Viene con el sofoco y punto. Pero claro, si luego te viene alguna que otra menstruación en algún mes, pues que no, que estás en la perimenopausia. Vale, aceptemos pulpo como animal de compañía. Mi calendario menstrual parece más un blog de recetas que un calendario menstrual. Trato de describir cuando me llega, cómo, características y etcéteras. Por si voy al médico y le cuento que ya estoy en la perimenopausia y me pregunta por la frecuencia y esas cosas y cuando fue la última regla. Como hacen con las embarazadas, que se les pone cara de lelas y ni recuerdan tal fecha. Y ahí está la enfermera de turno que mira mal y le dices, ni que tú supieras al dedillo tus menstruaciones, que eres muy lista.
Y empiezo con una de las frases de Marta Sanz en la que dice “Quejarse de las cosas naturales es lo más natural del mundo” Parece que entonces todo cabe en esta frase y me puedo quejar de casi cualquier cosa. Del tal Rubiales, por ejemplo, y el papo que tiene poniendo sus hijas por delante ante su aptitud machista y vejatoria, que no hay nada más de machirulo que decir que también tiene madre e hijas. Hasta quejarte de los gilipollas que se quejaron hace unos días del mensaje de alarma presidencial por la dana, mientras unos cuantos tenemos que dar un periplo para ir a Madrid por los puentes caídos gracias a las lluvias torrenciales cerca de tu casa, problemas con el agua del grifo y gente fallecida, que eso sí que no es recuperable. Me recuerda a los gansos de la pandemia en sus casas en pijama quejándose del aburrimiento, mientras había cadáveres hacinados en mortuorios provisionales. Bien, entonces también vale quejarte de los sofocos. Ah no, te estás equivocando maja, de los sofocos no te puedes quejar porque eso te lo tragas, que no se ha inventado nada porque como es cosa de mujeres y estamos pa sufrir esas dolencias que deben ser consideradas naturales, por algún retrasado a lo largo de los siglos y de la existencia, pues nada. Aguanta los calores, unos meses, unos años y es posible que hasta que la palmes...
Dice Marta Sanz “Parece que hoy sucumbir a la naturalidad de la vejez es no tener voluntad” Pues ahí está, si no te puedes quejar de viejo, porque ahora todos estamos siempre en la flor de la vida y somos alpinistas hasta los 90 años de vida, cómo te vas a quejar de molestias perimenopausicas. Que esto mismo se aplica a la periandropausia que digo yo la habrá, pero estoy en LMYSS y además estoy hablando de mí y de mi libro a lo Francisco Umbral.
Y entonces me encuentro un cajón lleno de abanicos en casa de mis padres y eureka, ni isoflavonas ni salvia ni la ducha. El abanico es mi mejor aliado y ahora ando aprendiendo el lenguaje del abanico, que no sirve para nada pero será mejor que hacer ganchillo y según en qué momento, también que leer relatos por capítulos en joyclub que oiga, me divierte pero se me va la vida en ello y tengo que leer a Marta Sanz.
“El cuerpo de las mujeres siempre inspiró miedo y se buscó que inspirase incluso repugnancia en esos momentos en los que no se reduce a fetiche. La mujer que goza, caga, menstrúa, suda, se masturba.” Pues esto también lo dice Marta Sanz y qué gran verdad. Sigo haciendo repaso de los relatos eróticos multiorgásmicos de joyclub, en ninguno de ellos una mujer, o tan siquiera un hombre está cagando, o se tira un pedo. Podemos hablar de una vez por todas de cosas cotidianas y naturales sin pudor ni repugnancia, porque en lo íntimo en gran medida nos reducimos a eso. Aquí he de agradecer a @*********a_71 y su relato por capítulos Relatos Eróticos :
Relatos Eróticos: MI CASA
Según Marta Sanz, en las historias de ficción la menopausia es una hoja en blanco, una pérdida de feminidad. “Mujeres secas, sarmentosas, que ya no encuentran un sentido a la vida y se cierran sobre sí mismas como un vegetal putrefacto...” Eso es lo que nos han querido hacer creer siempre, y cómo evitar ese paso de la vida, cómo disimularlo y no hablar de ello, mutismo ante el sofoco, ante el dolor, ante la pérdida de memoria... No nos han dado ninguna solución, más bien se genera el silencio en según que espacios.
No necesito que los demás me vean aséptica, estilizada, no me importa la grasa que me ha salido en el abdomen si no es por salud, pero los embaucadores quieren hacernos ver a las mujeres sabias (maduras) que no somos tales y que debemos seguir bajo el yugo de la estética, tratando de aparentar lo que no somos, porque no queremos, porque no lo necesitamos. Yo soy yo y mis circunstancias, diría una y mil veces y lo asumo con dignidad.
“Una mujer que no menstrua, en el imaginario cultural, es una vieja y una vieja es un personaje perverso porque de las mujeres nunca interesó ni su experiencia ni su curiosidad ni su sabiduría.” Dice Marta en el artículo. Y con esta frase reflexioné y llegué a la conclusión que la sabiduría consiste en la observación y en hablar cuando se sabe lo que decir, indistintamente del género que tengamos. Si estoy ahora diciendo tonterías, mil perdones, pero llevo muchos años observando y sigo sin entender una mierda de lo que pasa a mí alrededor. Lo que sé a partir de ahora perimenopausica, es que disto mucho de saberlo, pero tampoco me importa. El filtro se me fue al pedo y ahí os dejo todo esto que se me ocurrió con abanico en mano.
Glutamato- Marta Sanz.- Revista de la Universidad de México núm. 889 Menopausia y Andropausia. Pág 87