La primera vez (sigo con texto de más de 15 años)
La primera vez deseada, anhelada, odiada, temida, codiciada… Es la puerta que conduce a la madurez, la entrega a otro ser de tus tesoros, tus miedos, traumas y desconocimiento, acto por el que en natura llegan a luchar y morir en el cortejo. Ese día nos situamos ante la entrada o salida al paraíso, ese rico pecado que nos conduce al encuentro con uno mismo. Entre torpezas y angustias descubrimos sensaciones nuevas en nuestros cuerpos. Algunos quiebran sus ilusiones, esas noches en las que se ensueña con ardor la primera vez en la que se entrega el candor al otro, es más el misterio que luego el día que llega y se va. Entonces recapacitan y no comprenden para que tanta alharaca por tan triste ceremonia que no han llegado a sentir como propia. La angustia del debut hace que el sudor no vaya a los cuerpos si no a las extremidades y se escondan los flujos y por tanto el fluir de los cuerpos transcurra con torpes movimientos e incluso dolorosos. A no ser que la iniciación se de con un profesional en las artes amatorias siempre ha ido la primera vez acompañada del enamoramiento, ambos temblorosos, dados de la mano y con los ojos vendados. La damisela se entrega a su príncipe azul, frágil y cándida ante el noble muchacho o tal vez más hombre de lo esperado, con nobles sentimientos y más sabios quehaceres de alcoba que la dama a la que ronda.
Pasan años de esa primera vez, algunos la recuerdan con el esbozo de una sonrisa. Otros por diversas circunstancias prefieren evitarla, olvidarla, asesinarla como su propia sexualidad abandonaron hace años, posiblemente tras esa primera vez.
Cuando cumples años te das cuenta de lo absurdo de los pequeños traumas-trabas que impiden tu entrega inicial por falta de amor a uno mismo. Si no te amas y deseas, si no te descubres inicialmente a ti mismo para guiar al otro, entonces no puedes regalar tu gozo porque no sabes donde lo pusiste, porque no sabes como es tal elixir. Hay personas que dicen cambiarían su vida por la de un joven y yo pienso que sería bueno pero con la experiencia que ahora tengo, con lo que ahora soy.
Lo importante no es esa primera vez sino que siempre entregues tu ser a la labor.