Hasta cuando (textos de más de 15 años)
Podríamos concluir que el erotismo acontece fundamentalmente en la tercera edad, en los mayores. Ellos no pueden centrar sus relaciones sexuales en la penetración, si bien los demás tampoco deberíamos, por razones obvias de cambios fisiológicos y anatómicos. Las relaciones sexuales en este punto son como las relaciones sociales, te equilibran y contacta con el mundo exterior, siendo una forma más de comunicación. Los juegos eróticos, en las relaciones sexuales en general, son lo que el verbo a la frase. Un anciano no debe preguntarse hasta cuando, donde finaliza su vida sexual, porque sólo debe acabar con la vida de uno mismo, y no lo que dura dura (chiste flojo y viejo).
Un día te levantas y crees que acaba la excitación sexual, hojeas un playboy (cámbiese por búsquedas de pornotube) y no crees sentir la excitación. Niegas las poluciones nocturnas y también el deseo sexual, cuando tu pareja roza su piel ya cuarteada con la tuya entre las sábanas. Si decidimos estar representados en el retablo central del tríptico de las delicias del Bosco, ese cuadro dedicado al pecado hace una montonera de años, y si el arte flamenco con alta carga moralista dio tal papel al pecado, que el goce de nuestros subes y bajas de las feromonas tenga su salida tal que un canal ¿No os parece?
No está muy lejos de pensar que el recuerdo de las relaciones previas es el que puede alimentar el deseo en la actualidad, desde el anciano, aquel cuya memoria a largo plazo es un Potosí.
Y para mantener ese fuego, cito aquí una pócima o tónico libidinoso del libro Hechizos de Amor de Francis Melvilla, Editorial ELFOS 2001. El tónico de la zarzaparrilla fue preparado por los indígenas de América que ya utilizaban esta pócima para mejora la actividad sexual. Expongo dicha receta:
Ingredientes: 30gr. De zarzaparrilla
30gr. De ginseng
30gr. De azafrán
3 litros de agua
225gr. De miel o azúcar
5-10gr. De levadura panadera o cerveza
Botellas vacías y tapones de corcho
Preparación: Hervir la zarzaparrilla, ginseng y azafrán durante veinte minutos. Colar la mezcla y agregar la miel o el azúcar. Dejarlo enfriar. Añadir la levadura, tapar la mezcla y dejarlo reposar en una habitación templada. Después de dos horas, deben formarse unas pequeñas burbujas que indican que la fermentación ya ha empezado.
Decantar la mezcla en botellas y taparla. Al macerar en un lugar frío o en el refrigerador. Esperar un día antes de beber el tónico.
Estas pociones suelen ser algo complejas, puesto que siempre nos falta algún ingrediente o más de uno. Una cebolla, apio, canela, azúcar moreno… todos esos alimentos son afrodisíacos, acompañados en una cena de vino o cerveza son una excelente pócima de amor, al lado de nuestra pareja.