SEXUALIDAD EN LA VEJEZ
Si conocemos nuestro cuerpo y sabemos cuáles son los cambios fisiológicos que se van creando, así como irnos adaptando a esos cambios, con una actitud positiva, podremos seguir disfrutando de nuestra sexualidad una vez seamos grandes adultos. Puedo hablar de vejez, de ancianos y como deseéis expresarlo, es la última etapa de nuestras vidas y hay que tratar de llevarla con sabiduría y humor. Es cierto que en la mujer hay menor lubricación vaginal y menor elasticidad, así como menor turgencia en los pechos. En el hombre menor capacidad de erección y más lenta, así como eyaculación más escasa. Pero todo eso hay que saber llevarlo adaptándonos en las prácticas sexuales y tratando de evitar, en la medida de lo posible, los efectos negativos de algunos medicamentos que se toman en esas edades.
El problema de nuestra sociedad es que se niega a las personas mayores a explorar su sexualidad de manera que muchas personas deciden creer que no tiene derecho a gozar. A parte de una etapa difícil en el sentido de las grandes pérdidas. Van quedando por el camino familiares, incluso la propia pareja sexual, la pérdida de autonomía hace que seamos dependientes y por lo tanto hay falta de intimidad.
En conclusión la autoestima decae con todos estos problemas. Pero, todo dependen de la actitud y de la normalidad con la que se vea en nuestro entorno y si no, crear vosotros ese entorno con humor.
Todo esto quería compartirlo con vosotros para autopromocionarme con un pequeño relato sobre la vejez con el que concurso en el grupo de relatos eróticos.
Relatos Eróticos: Mesa 3. Mujeres riendo
Gracias por leerme. Besos