ESCRITORA EN LA SOMBRA
En 1874 nació en nuestro país, una gran dramaturga que vivió siempre en la sombra. Ejerció de “negra” de su propio marido. María Lejárraga fue una gran escritora pero nunca reconocida casi ni a día de hoy. Creó los libretos de obras de Manuel de Falla como El sombrero de Tres Picos, Canción de Cuna y el Amor brujo. Pero como a la familia de la escritora desde el primer momento no les gustó que ella se dedicara a escribir, tuvo que hacerlo a la sombra de su marido quien firmaba la autoría de todas sus obras, Gregorio Martínez Sierra. El tipo tuvo sus amantes y una de ellas procreó, una niña que de adulta reclamó los derechos de las obras de su padre y María se quedó sin nada. Mientras él tenía el éxito acudiendo al estreno de las obras, ella se quedaba en casa, una mujer en la sombra. Su propio marido nunca reconoció lo pusilánime que era para ser tan altanero y creerse el mérito reconocido de todo aquello. María tuvo que exiliarse y marcharse a Argentina en la guerra civil y allí escribió Viajes de una gota de agua que ahora hace unos años rescató, junto a otras dos obras, la editorial Renacimiento. Una colección de cuentos infantiles publicada en 1954.
Antes de tener que exiliarse, como mujer republicana, escribió discursos feministas que ni tan siquiera pronunciaba ella, si no que lo hacía a través de su marido. El libro Cartas a las mujeres de España en el que animaba a las mujeres españolas para que fueran libres e independientes, no llevaba su nombre. Fue diputada socialista en la Segunda República. Ya en el destierro escribió Una mujer por los caminos de España.
Murió sola y en la pobreza.