Lesbianismo ¿Qué porcentaje de mujeres?

Dijo Hite en "El orgasmo femenino":

La sexualidad lesbiana puede ser un tipo maravilloso de relación, que en el panorama social general se oculta con demasiada frecuencia. Las relaciones lesbianas y las mujeres lesbianas independientes no se hacen visibles con demasiada frecuencia (sobre todo, si se compara con la visibilidad creciente de los hombres homosexuales), en gran parte porque la mayoría de ellas temen, con razón, los prejuicios de la sociedad y los «comentarios» ofensivos, e incluso tienen miedo de perder su empleo o de que la actitud de los demás las margine en el trabajo; por eso, en muchas ocasiones, no se sienten lo bastante seguras como para mostrar a los demás su forma de vida. Por lo que parece, aproximadamente al 15% de las mujeres de todo el mundo les gusta tener relaciones sexuales con otras mujeres, o tienen una relación sexual con otra mujer. Otro 5% es «bisexual», es decir, se relaciona con hombres y mujeres. La mayoría de las que dicen que prefieren a las mujeres no se han acostado nunca con un hombre y creen que «nacieron así», mientras que otras afirman que descubrieron sus sentimientos cuando empezaron a salir con una mujer, durante su época de estudiantes o posteriormente.

El lesbianismo es una elección que las mujeres se sienten cada vez con más derecho a hacer, aunque sigue habiendo estigmas oficiales que se traducen en restricciones sobre las prestaciones de maternidad, las ayudas de casa y los derechos de herencia. En mi estudio sobre las mujeres norteamericanas realizado en los años setenta, sólo el 8% decía que prefería tener una relación sexual con otra mujer, mientras que otro 7% había tenido experiencias con hombres y mujeres, pero no estaban seguras de sus preferencias («bisexuales»). En el estudio llevado a cabo a finales de los noventa, el número de mujeres que se declaran lesbianas parece haber aumentado, posiblemente debido a la mayor presencia pública que han adquirido las mujeres en el mundo en general.

En dos de mis trabajos he descubierto que, curiosamente, las mujeres de más de cuarenta años y divorciadas tienen el doble de probabilidades que las de veintitantos de comenzar o intentar una relación lesbiana con otra mujer. La mayoría de las mujeres de cuarenta y tantos o cincuenta y tantos años que tienen este tipo de relaciones dicen que la intimidad con otra mujer les proporciona gran felicidad. Cuentan que sus hijos, a menudo, creen que «no somos más que unas amigas que vivimos juntas», o «no hacen preguntas», «no parece importarles»; otras dicen, aunque es menos frecuente: «Mis hijos lo saben todo y lo comprenden, aunque al principio me costó dejarles ver a esta nueva yo; creo que les fue menos difícil a ellos que a mí».

Dado que hoy se están produciendo muchos cambios importantes en la relación entre las mujeres, el lesbianismo tiene más presencia en los medios de comunicación, si bien muchas lesbianas critican las nuevas imágenes que aparecen en los medios y dicen que son «irrespetuosas». ¿Por qué, por ejemplo, se muestra tantas veces en la pornografía a dos mujeres en plena relación sexual? En las fantasías masculinas, las dos mujeres «se están divirtiendo» pero, al final, necesitan un pene, quieren que se les una un hombre. No obstante, esta nueva visibilidad está provocando un aumento en el número de mujeres jóvenes (o de todas las edades) que creen que tal vez les gustaría probarlo.

Las mujeres abiertas a explorar la intimidad con otra mujer son más numerosas hoy que en el pasado. Asimismo, muchas mujeres empiezan a relacionarse de otras formas, no «sexuales» pero sí llenas de intimidad física, y a experimentar nuevas maneras de vivir juntas. Desde el punto de vista sexual, lo que tienen de diferente las relaciones entre mujeres es que no existe una forma institucionalizada de llevarlas adelante, así que pueden ser tan inventivas e individuales como quieran las personas involucradas. Quizá las dos diferencias más notables respecto a las relaciones heterosexuales son que, con frecuencia, entre las mujeres hay más afecto y sensibilidad, y más orgasmos. El sexo suele prolongarse mucho más, se da más valor a la excitación y no hay tanta presión para llegar al orgasmo ni pasar al coito. Las relaciones sexuales lesbianas suelen ser más prolongadas y dan más importancia a la sensualidad en todo el cuerpo, ya que un orgasmo no significa de forma automática el final del deseo sexual. Las mujeres, juntas, tienen orgasmos más frecuentes y variados.

¿A cuántas mujeres les repugna la idea? Jill Johnston escribió en una ocasión: «... mientras las mujeres no vean, unas en otras, la posibilidad de un compromiso fundamental que incluya el amor sexual, se estarán negando el amor y el valor que están dispuestas a otorgar a los hombres, con lo que reafirmarán su condición de segunda clase».

En la actualidad, las mujeres empiezan a tomar a otras mujeres tan en serio como a los hombres y a considerarlas como posibles parejas, sin miedo a la etiqueta de «lesbianas», sino orgullosas de estar con otra mujer. Al actuar así, están haciendo sentir su presencia y transformando las leyes y las opiniones.


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