„Vale, os voy a poner un ejemplo real y dejarme de metáforas a ver si consigo explicar el porqué no me parece del todo justo.
Yo trabajaba soldando depósitos de acero inoxidable, no voy hacerlo largo dando detalles pero llegó un momento que sentía que realmente era algo que no podía hacer, sobrepasaba mis límites.
Los compañeros siempre súper atentos y sin que les molestase que los interrumpiera 50 veces para que ayudaran con algo que no podía hacer sola, cuando ellos sí.
¿Era justo para ellos hacer su trabajo y parte del mío?
(El trabajo lo dejé al darme cuenta de eso)
Pero en este caso no es que tú seas una "inútil" por no lograr hacer un trabajo determinado para el que no estás preparada.
Te honra reconocer tus limitaciones y no querer permitir que otros tengan que realizar más trabajo para que el tuyo salga adelante.
Te voy a decir un refrán que mis padres me decían desde niña: No es mal sastre aquel que reconoce el paño.
Tú reconociste un problema y le has puesto remedio.
Y como bien dice
@*******fer7 aquí no se trata de ser hombre o mujer, alto o bajo... Se trata de estar cualificado para desempeñar un trabajo o no.
Yo nunca me he podido dedicar a ser enfermera porque me desmayo viendo sangre. Y se supone que es uno de los trabajos más femeninos que hay...
Tampoco me presentaría a un puesto de transportista porque nunca he podido sacarme el carnet de conducir.
Estoy muy cualificada para sacarme el teórico, pero ha sido imposible tomar clases prácticas porque no puedo llevar un vehículo si no veo lo que hay debajo de mis ojos, no puedo conducir mirando solo para adelante... Necesito controlar hasta lo que haya debajo y eso me imposibilitó para tomar clases prácticas.
Eso sí, poseo un sentido de la orientación que era capaz de leer los mapas del antiguo MOPU y recordar los recorridos...
Creo que hay que tener igualdad de oportunidades atendiendo a las igualdades de capacidad. Y en caso contrario, ayudar con algo de ventaja para que haya equilibrio. Es la EQUIDAD.
Como personas no creo que nadie seamos superior a nadie, pero tampoco inferior a nadie. Simplemente que cada ser humano desarrolla unas habilidades que hay que aprovechar para que nos sintamos realizados y desarrollar los cometidos para los que nos encontremos mejor preparados.