LOS AMIGOS DE MIS AMIGAS
De alguna forma, siento que mis escritos tienen su origen en el silencio. Ya desde jovencita, mis escritos han surgido como una transición del silencio a la escritura. Si no podía hablar, escribía. Pasé de resistirme a hablar al placer de construir un texto.
Pero este proceso fue más consciente cuando comencé la terapia a los 28 años. Cansada de encontrarme en un estado deplorable, una amiga me facilitó el número de teléfono del psicólogo de una amiga de una amiga de una amiga, a quien ella no conocía.
Si el dicho popular asegura que los amigos de nuestros amigos son nuestros amigos, ¿por qué no aceptar la propiedad transitiva en el caso de un terapeuta cuando estaba instalada en el mismo infierno? Afortunadamente, las cosas salieron bastante bien, al menos eso creo.
Pero una cosa es un psicólogo y otra un amante. ¿Qué os parece cuando os recomiendan un amante? Si no os lo han recomendado, que sepáis que se hace. Y no, yo no quiero ninguna recomendación, no quiero perderme el juego de conocer por mi misma a alguien y no dejarme influenciar, ni para bien ni para mal, por la opinión de otras personas.
A mi me parece cosificar al otro/a, tratarle como a un juguete. ¿Qué os parece a vosotros/as?