„Es muy interesante lo que cuentas.
¿Es posible que a veces haya una delgada línea entre humillación o desprecio? ¿O más bien que haya personas "dominantes" que transformen la dominación en desprecio?
Yo añadiría que más bien ahí lo que delimita tu pregunta es el conocimiento de la parte sumisa por la parte Dominante. Quiero decir, para algunas personas lo que es humillante no lo es para otras, y aquí tengo que explicar mi visión porque si no me explico puedo liar a quien me lea:
Para mí, la palabra "humillación" tiene una connotación negativa, peyorativa; por ello, todo aquello que yo considere humillante será algo que no me guste. Sin embargo, hay prácticas que son consideradas "humillación" pero las adoro, pues bien, no considero ésas prácticas humillantes por lo explicado anteriormente.
Dicho esto procedo a responder tu pregunta: un "dominante" puede convertir la humillación en desprecio si, conociendo bien a su sumis@, le realiza una práctica humillante (mi concepto, es decir, que NO le gusta). Si me preguntas, eso no es ser dominante. Esa fina línea entre ambos conceptos sólo existirá si hay un desconocimiento mutuo, que se soluciona con mucha comunicación y honestidad.