Por donde vuelan las mariposas
Me paso las horas buscándote en el vacío en el que se transforma mi mente imaginándote en cientos recuerdos vividos. Esos donde me muerdo la boca para que de ella emane el sabor de los deliciosos momentos prohibidos. Aquellos en los que dejamos el plano virtual para transformarnos en dos realidades que ansiaban encontrarse porque en otra vida ya se habían conocido. Y es que tú bien sabes que una conexión así se escapa a los límites de la lógica, y me arrastra hasta los vértices del impetuoso deseo que me nace por donde vuelan las mariposas cuando estoy contigo.El amor que te siento es una locura en fases que de manera exponencial se transforma en un torrente difícil de controlar. Me has visto reír, me has visto llorar, y me has calmado entre tus brazos para no dejarme escapar. Me cuidas y me consientes con tal atrevimiento que a mi mente le otorgas el escarmiento por haberse fijado en un hombre al que le es imposible dejar de amar. Y asumo el castigo, así quiera la Divina Providencia estrangularme las horas para hacerme entender que siempre me quedaré con las ganas de vivirte en piel y aliento cinco minutos más.
Saberme tuya es como encontrarme de improviso en una frondosa pradera donde podría pensar que de mí la incertidumbre se apodera. Pero contigo he aprendido que en ella no soy cordero para que las bestias se sacien con lo que quede de él, sino lluvia que a los pastos alimenta y tormenta que desatada a su paso arrasa allá por donde quiera que fuera. Y es que si tu felicidad consiste en saberme libre de cualquier tipo de cadena, con ello conseguiste vincularme de nuevo a tu existencia en esta vida plena para que no me olvide de ti en ninguna de las siguientes venideras.
Una vez más, como haré durante el tiempo que me quieras eternizar, volveré a pasearme por las calles que a besos nos han vivido, tomados de la mano como dos novios que su romance acaban de empezar. Por ellas, recorreré el trazo de tu piel mientras tus manos me someten a tu voluntad, mientras tu voz me quiebra los suspiros de esta realidad, mientras me follas con la pasión que te bulle por la sangre de saberme infinitamente tuya, haciéndome sentir tu febril locura cuando entre mis mariposas decidas culminar.
Seré tu niña pequeña, tu tentación entre sábanas y el recuerdo de mi vicio sobre tu cuerpo en tus noches de soledad. Que no tengo miedo a que me olvides, mas sí a no tener el tiempo suficiente para hacerte entender que, desde que te conocí, cambiaste por completo mi realidad. Provocaré el que te duela anhelarme para volver a disfrutarme cuando asome por el umbral de la puerta de la terminal que tantas veces me has visto atravesar, haciéndote saber que si volví a ti en esta vida fue con la absoluta intención de no olvidarte jamás.
T'∞!
Arashi.
