La última batalla
Hoy llego descarnada, sangrante y agotada.Las últimas grandes batallas han sido muy dispares. Las pequeñas emboscadas nos han debilitado tras la última victoria y la estrategia falla. No tenemos apenas víveres ya, las deserciones se suceden y estamos tan lejos de casa, de manos amigas...
No soporto esta tierra extraña. Esta tierra estéril y un enemigo tan fuerte y flexible como este. Es admirable, tanto como temible. Poco puedo hacer, nosotros somos de mar y no sé qué nos trajo aquí, por qué el ansia por llegar hasta el río y dominar esta tierra hostil.
Quizá sea hora de marcharnos, abandonar y volver a casa mientras aún podamos. Darlo todo por perdido, porque ya apenas nos queda nada. Y este sol acabará con la poca cordura que nos queda.
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Bueno, suena a relato bélico barato. Es mi manera de expresar cómo me encuentro en este momento con respecto a Joy.
Me he pasado casi el juego en Madrid, soy muy torpe para relacionarme en las quedadas y creo que voy perdiendo lo poco bueno conseguido.
Pero queda más bonito expresado de la otra manera, la inadecuación también. Me siento extraña en tierra inhóspita. No lo es del todo, pero tampoco la percibo benévola.
No sé cuándo me rendiré, pero ahí ahí estoy
Besos y abrazos