Bébeme, Cómeme
Sueños cautivadores inundan mi maravilloso jardín como hojas de otoño.Silencios que devoran intensos latidos sobrevuelan la atmósfera mientras espero tu ilustre llegada.
A lo lejos, advierto una sombra azul que se acerca lentamente y se detiene cuidadosamente ante mis puertas.
Eres tú. Con el sol del ocaso a tus espaldas y el viento de frente.
La llave de mi pecho reluce a tu encuentro auspiciado por las estrellas.
Enfrento mi abrasadora mirada a tu osada presencia perenne en mis pensamientos y hambrienta de nuevas ilusiones.
Muerdo mis húmedos y carnosos labios sonrosados, reteniendo mis ganas y amenazando tu exultante diligencia.
Entramos en mi dulce y acogedora morada, que guarda los más hermosos secretos alcanzados.
Sobre la mesa, resuena el recuerdo y el deseo de nuevas aventuras e historias compartidas acompañadas de un embriagador té de pétalos de rosa, mientras calentamos nuestras manos temblorosas con deliciosas caricias al cruzar los dedos.
Y al levantarnos, abrazas mi sinuosa cintura que grita tu nombre.
Poso mis delicados brazos sobre tus hombros, acercas tu respiración a la mía, y el tiempo se detiene...
Quiero desnudar tu alma y tu cuerpo abatidos, ser la luz en tu oscuridad, sacudir todo tu ser.
Tu cálida piel me aguarda impaciente.
Es momento de soplar velas, saborear desenfrenadamente el éxtasis de la pasión y aplacar la sed de inmortalidad.