Mil razones para ser feliz
Microrelato. Basado en Mil Razones. Luis Brea.De esas noches que acabas en un garito del que al día siguiente te costaría acordarte.
• Vamos a ese que parece que cierra tarde. Grita un amigo.
Entro y me hago un hueco al lado de la barra, creo que llevo ya demasiadas copas, me paso a la cerveza.
–Un tercio. Digo en voz alta ah y un vaso de agua.
Dicen que el alcohol al fin y al cabo deshidrata.
Cojo mi vaso de agua y lo meto de un trago, y pillo mi cerveza me giro y choco contigo. -- - --- -- ¡Perdona!
Siempre me preocupo más por los demás que por mí mismo. Me he hecho daño pero disimulo. - ¿Estás bien?
Clavé mis ojos en los tuyos, esa mirada pensé…
• No pasa nada, estoy bien, pero deberías tener más cuidado.
Sonrío con cara de gilipollas, tú me ves y sonríes también.
• Perdón por ser tan borde. Me contestas.
• ¿Una mala noche? Cuestiono.
• Un momento. Me paraste y me dijiste… - Me encanta esta parte…
• Si cada vez que vienes, me convences me abrazas y me hablas de los dos.
Comienza a canturrear. Moviendo la cabeza, asomando lágrimas por esa cara angelical y agitando el pelo.
Creo que me acababa de enamorar, pensé.
• Me hablaron muy bien de este garito, ponían música de puta madre, me dijiste.
• Oye, me llamo Judit, ¿Con quién tengo el gusto de estar hablando?
• Yo soy Santi.
• Me pareces muy mono Santi, hoy estoy en un día un poco extraño, que te parece si nos vamos de aquí. Yo vivo aquí al lado. ¿Te vienes?
¿Qué coño hago? Pensé, entre mi estado de embriaguez y tú rostro… ya no había vuelta atrás.
Busqué a estos para despedirme.
• Santi, ¿Quieres? Y de repente del bolsillo más pequeño del pantalón sacaste una bolsita pequeña que volcaste en la mesa del salón.
Pusiste música y comenzaste a bailar de la manera más sexy que estos ojos jamás habían presenciado. Absorto te observo y me excito. Te tropiezas y caes, voy en tu ayuda y acabamos en el suelo besándonos, te quito el pantalón y tenías un cardenal…
Pusiste tus dedos en mis labios y me dijiste…
• Me encanta esta parte.
Mis dedos comenzaron a pasearse por tu cuerpo admirando la belleza construida año a año, forjada por el tiempo, construido con esmero, tallado por el mejor artista.
Amaneces, tus piernas sobre las mías, tu cuerpo desnudo, los rayos de luz que traspasan las persianas escriben en persa sobre tu piel morena, ojalá poderte descifrar.
No te conozco y ya me entrego, no me conoces y ya te entregas.
Reacción salvaje con consecuencias felices.
Yo buscando una razón en mis pensamientos, tú flotando en un mar de calma.
Volvimos a ser uno, una vez más, reacción salvaje con consecuencias felices.
Me encanta esta parte.