Hola Dreyfus;
Recuerdo un anuncio de un coche en el cual una mujer se recorría el mundo en busca de su media naranja. Cansada de buscar, regreso a casa y al llegar abrió la guantera, apareciendo un chico que le silvaba y después de salir le decía: "Tranquila, sé planchar".
Creo que todos (o casi todos) conocemos esa sensación que describes.
La atracción física es algo que además se sucede en muy pocos segundos.
La mayoría de la información que se maneja es a nivel inconsciente.
Hay muchas señales que pueden invitar a un acercamiento, pero su interpretación puede no ser siempre acertada.
Muchas veces existirá ese "juego de la seducción" y el miedo a perder, pero en otras todo surge de manera muy espontánea.
Son esas veces en las que "todo fluye", como decías antes.
La naturalidad a la hora de interactuar, comunicarnos y expresar sentimientos se hace más fácil.
Desconozco si la sensación es la misma a cuando entramos en una tienda para comprar unos zapatos, y echamos un vistazo rápido hasta que al final nos enamoramos de unos.
Obviamente, puestos a comparar, me quedaría con el chico de la guantera, tan sólo para ver si pudiera ayudarme con la ropa.
Te animo (y a todos) a que hagáis también el experimento de mirar a los ojos y seguir con la mirada y una sonrisa a desconocidos/as por la calle y observéis las reacciones.
Aunque creo que funciona mejor en chicas (hacia chicos u otras chicas).
El gesto con chicos tira más hacia una pose ligeramente más seria.
O eso es lo que dicen los que se dedican a investigar y hacer estadísticas...
Conclusión: Podemos buscar a Wallly y encontrarlo o frustrarnos en nuestra búsqueda, pero no implica que el día menos pensado aparezca delante nuestra.
Es entonces cuando merecerá la pena aprovechar la oportunidad antes de que se disipe de nuevo entre la multitud y nos atormentemos por no haberlo señalado.
Un saludo