Luchas internas.
(2.03.2017)He visto a la ira besándose hasta
quedar en silencio con la caridad
en la trastienda del reproche.
A la pereza pidiendo tiempo a la
justicia para llegar temprano a la
firma de un desahucio.
A la fuerza doblegada montado
a la lujuria dejando a un lado
dignidad y diferencias.
He visto a la avaricia sucumbiendo,
bajándose las bragas sutilmente
delante de una prudencia colocada
con el opiáceo de la insensatez.
A la envidia azotando a una esperanza
codiciosa sin amparo, implorando
por alcanzar el placer de su castigo.
A la templanza saciando sus
miserias en los banquetes
de una gula desnutrida.
A la fe rezando de rodillas en los
púlpitos de la soberbia, haciendo
suyos los estigmas del cinismo.
Luchas internas cotidianas en una
proporción evolutiva que transitan y
trasgreden, que recelan y reconfortan.
Unas te acaban consumiendo por
exceso otras te matan por defecto
y e aquí la paradoja de encontrar
la forma de ser equitativo y no
acabar perdiendo el equilibrio en
el intento.
Simón de Azzaria