Espuma
Hacía mucho que no me paseaba por los ápices que bordean tus ganas, con esta suave brisa que se siente como la espuma de cerveza antes de calmar la sed.Si pienso en su misma textura, me evocaría a la que restriega tus manos perfilando la silueta que define las batallas que con puro gusto has librado, en un aroma tan insinuante y provocador que me haría perder los nervios y también el control.
Cómo quisiera verme en semejante situación, compartiendo esa ducha contigo, comiéndote la boca con un deseo tan prohibido que abriera las puertas del infierno de par en par para dejarnos por ellas entrar en el momento de nuestras ganas desatar.
El agua sigue fluyendo, mojando tu rostro y mi cuerpo. Y sobre la mampara mi rostro permanece bien pegado, mientras una de tus manos sujeta mis muñecas a la espalda en lo que la otra se ha aventurado a explorar lo que entre mis muslos se oculta, terrible y apetecible bocado del que quieres extraer hasta el último gemido que pueda ser escuchado.
Y ahí que me tienes de placer temblando para un mordisco escaparse de tus labios e ir a ahondar en la brillante piel cetrina que cubre mi nuca, finamente bronceada por esos rayos de sol que deslumbran sin compasión. La misma de la que careces cuando por tus dedos mi humedad aparece.
Si hubiera algún momento en el que el término piedad hubiera debido hacer acto de presencia, se esfumó cuando mis labios te pidieron que conmigo no tuvieras ningún tipo de clemencia.
Fóllame.
Fóllame tal y como pienses que debas hacerlo, como te dicten las reglas de tu universo. En el mío es contra el cristal, sintiendo tu presencia imponente sobre la mía, mordiéndome salvaje y ahondando con la lengua en el sabor de mi boca para luego relamerte. Tu mano sobre mi cabeza me impulsa a que baje mis besos por tu vientre antes de devorarte con esta saliva naciente todo lo que tienes erecto y caliente.
Fóllame las palabras que no te diré mientras esté entretenida saboreando el gusto que destilas, mientras sientes mis labios haciendo de las suyas como ahora te imaginas. Deja que el agua nos siga cubriendo y mírame a los ojos mientras trago sin detenimiento, que pienso devorarte para darte tu merecido escarmiento. Que me llevas tentando y provocando demasiado tiempo.
Fóllame de pie mientras sujetas mi cabello sobre tu muñeca envuelto, por si acaso quisiera escaparme lejos. No, tú vas a darme a probar tu lujuria y tormento. Y con tu otra mano sujeta mi muslo bien arriba para tener mi coño bien expuesto, así sabes que entra mejor lo que tienes bien tieso. Así hasta que necesitemos ducharnos de nuevo para quitarnos de la piel el olor a sexo.
Fóllame con las ganas que me guardas desde que sabes que mis tormentas también bailan al son de tus versos, con el ímpetu que describes en cada uno de tus gestos, y comete la osadía de adentrarte en este vórtice del que nadie sale ileso.
Ciertamente, ponerte cachondo esta noche era mi más absoluta intención, amigo mío.
🌹