Cincuenta días
¿Qué será lo que tienes que no puedo dejar de buscarte, que en mis noches el pecho le aúlla una canción a la luna llena para convertirte en vigilia, rompiendo los esquemas que esbozan los pilares de esta lujuria plena que me atrapa, me seduce y me quiebra?Anhelaba saborearte en el mes que me faltaba para completar la trilogía de etapas donde me desnudas en la intimidad de nuestra casa. Y es que estos aires del sur siempre se calientan a mi paso por tus lares, encadenados a tu deliciosa impaciencia, que en tormentas desembocas sobre tus labios como la más clara de las evidencias. Y es que cincuenta días son un castigo a cumplir por la tan deseada penitencia de vincular mi mundo a tu existencia.
Llevo en los labios el sabor de tu perfume y en el recuerdo el olor de la pólvora, del marco que dibuja tu sonrisa cuando estamos juntos y del rastro que dejo sobre tus sábanas cuando te doy a entender lo mucho que me haces enloquecer, temblando entre las emociones que me disparas a besos justo antes del amanecer.
Por más vidas en las que existiera, sé que en ninguna otra encontraría esa voz que me somete a tu buen hacer, ni los mismos ojos que clavados en mi piel le provocan la exaltación plena a mi placer. Si al verbo amar hay gente que le tiene miedo, tú y yo nos saltamos hasta la última de las fronteras para darle sentido como algo único e imperecedero.
Demasiado tiempo, demasiada distancia. Y me la bebería una y otra vez hasta que mis plumas consiguieran palidecer en el eterno vaivén entre nubes que me encadena a tu ser.
Como si eso llegase a suceder...
Muérdeme de nuevo, bésame hasta que los labios duelan, que tus manos dejen el rastro de lo que sientes por mí sobre aquello que me cubre lo que palpita cuando te envuelvo en mi frenesí. Que si me dejaste la puerta abierta para entrar hasta donde quise fue por tener la certeza de que por ti libraría cualquier batalla con tal de verte sonreír.
T'∞! 🌹