Jardín eterno
Átame a tus pasiones proscritas.Aquellas que nacen del destierro de lo mundano.
Mírame con ternura, celo, orgullo y furia.
Coge mis manos y respira mi ardor.
Entre juegos de máscaras dejaremos volar secretos olvidados, rebeldes al juicio de lo prohibido.
Abrígame con tu esencia; Bebe de mi osadía.
Desde la alquimia de los sentidos que entrelaza nuestras almas candentes en un abrazo inmortal, transformaré tu tristeza en sosiego, tu miedo en deseo, y tu soledad en plenitud.
Y en mi libertad marcaré tu pecho desnudo, más allá de tu piel ungida de flamantes sueños que aúllan durante la noche.
Bésame para despertar, cuida de mi fragilidad y mis ilusiones si hecho raíces en ti, y haz que en nuestro eterno jardín, siempre florezca una rosa.