Relatos desde la oscuridad
Caminando entre sueños ardientes,desde la mirada susurrante de trasgos y brujas, dejo caer los siete velos de lo prohibido, atravesando un lugar que nace en las entrañas del grito de los corazones.
Donde ángeles y demonios bailan abrazados respirando el calor de una sinfonía que les envuelve y estremece en un espacio sin gravedad.
Y sigo más allá...
La hermana menor de la muerte inunda los sentidos y saluda con la mano llamando una vez más a caer entre su luminoso regazo.
Nada detiene a la Nada de ese momento, que, como un relámpago abre el cielo entre una noche cubierta por deseos que acarician la piel y el alma los caídos.
Y el tiempo se detiene...
Se rompe la burbuja de la inspiración.
Ninfas y hados sonríen y desaparecen.
Parpadeo y vuelvo a empezar.