¿A QUÉ RECORDAR?
Para cuando vuelvan mis brazos a darle la vuelta a tu cuerpo en abrazo certero
y así en el abrazo tengamos tan cerca
los labios que llegue necesario el beso,
tendremos los ojos llenos de lecturas
que son de los días como un reflejo
que muestra, señala, evoca, recuerda...
pero solo refleja: solo eso.
Los oídos retendrán miles de palabras
que tu voz y la mía habrán ido diciendo,
hablando de amores que van extrañando,
deseos de futuro que hoy solo son sueños.
Pero cuando llegue, y a tiro de abrazo
tenga tu mirada y tu boca y tu cuerpo,
y en el abrazarnos podamos sentirnos
y ese sentimiento nos obligue al beso,
no será importante ya tanto recuerdo,
ni tendrá sentido hablarnos de sueños:
palabras no habrá, con los labios juntos...
¿y a qué recordar, si lo estás viviendo?
Para cuando vuelvan mis brazos a darle
la vuelta a tu cuerpo y vuelvan los besos
y seamos uno, como ya hemos sido
aunque a pesar nuestro no lo estemos siendo,
y tengamos plena conciencia del otro,
dando rienda suelta a nuestro deseo,
le preguntaré a tu piel desnuda:
¿a qué recordar, si estamos viviendo?