Labia

Lorena se tapa con el flequillo una mancha de nacimiento. Por las patillas y la nuca le crecen pelos que le han prohibido rasurar. Lorena tiene los labios mayores muy grandes, si se pone pantalones se le hace mascada y la gente no la puede mirar a los ojos. "Parecen dos huevos colorados" le oyó decir a una tía.

La maldición de la televisión matutina tiene que retumbar por la casa y competir con el ruido de otros electrodomésticos. Al poner un pie fuera de su cuarto será asaltada con consejos, críticas, le pedirán algún favor o ayuda con los quehaceres domésticos; eso mientras los presentadores del programa de variedades largan la misma carcajada como enajenados. Por eso Lorena prepara excusas infalibles antes de dejarse ver por su familia. Así es desde que anda desempleada.

Por el afán de escapar olvida pedir algo de plata para los buses, pero vio la expresión de incredulidad en sus caras cuando dijo: -me voy a ver con una compañera del laboratorio que ahora está trabajando en ventas. "Compañera" les sonó más a pasar el día con una amiga que otra cosa. Todo debía tener un propósito y justificación. Esa era la razón para seguir con John (tal vez). Él tiene moto y tener un novio es algo menos para que te jodan los conocidos y familiares. Pero estar con John era cada vez más parecido a quedarse en casa.

-Nena, la tela de esos pantalones que nos dan es re transparente, toca que uses cucos blancos.

Era cierto, los uniformes blancos de enfermera que les daban para tomar muestras y atender a los pacientes eran de una calidad lamentable. Después de muchas quejas se los cambiaron por unos con "Hello Kittys" estampados.

Aquel consejo fue lo primero que le dijo Juliana. Lorena no conoce a nadie como Juliana, es lo opuesto a la televisión matinal, es interesante; fue ella quien escogió el jardín botánico para su encuentro.

En el estanque central, bajo los nenúfares y las victorias regias nadan carpas japonesas que algo de jauría tienen y salen altivas boqueando a la superficie cuando ven la sombra de los visitantes sobre el agua.

Juliana saca de su mochila dos "BonBonBum" y le da el de "wild berry" a Lorena.
• porque tú eres toda una "wild berry"
Le dice con ánimo burlón Juliana. Pero le debe explicar que wild berry en español es mora salvaje.
-"mora salvaje" ése podría ser mi alias en la guerrilla.
Ríen.
Juliana le hace sentir que el mundo es grande. Juliana sabe cosas. Oye música que no suena en radio y lee libros. Juliana tiene pecas en la nariz y en el mentón, en la clavícula y las tetas. Juliana nunca se pone falda.

A Lorena la ponen nerviosa los "chistes gays", pero frente a su amiga no quiere parecer provinciana. -¿Cuál eres tú? Le preguntó en el orquideorama.
• No sé,...una con puntos responde Juliana.
-¿Y tú?
• Una grande.

Grandes.

Hay una planta carnívora y una mosca, o hay dos moscas o simplemente dos Venus. Acabarán entrelazadas cerrando sus fauces.

Le dijo algo al oído pero Lorena no entendió, había un ruido infernal de motores. Le dijo algo con su boca grande, algo en el magiar de su bisabuela húngara, luego se lo susurró a su coño inflado cuando logró meterse entre sus piernas.

A Lorena se le agolpaba ahí la sangre y sentía su palpitar como si su corazón estuviese allí y no en su pecho. Succionó primero uno que se coló raudo en su boca y después el otro. Y salieron asfixiados con aspecto muerto de tan vivos, como la piel de las ciruelas más oscuras y brillantes de agua.