AUSENCIA DE GATO
Mañana fría de andén.Un viejo con 10 capas de ropa sucia revuelve las papeleras con poca fe, resopla y se pira hablando solo.
Una señorita muy señoreada se juega una gripe por lucir palmito y disimula su tiritona fingiendo hablar por el movil.
Nada nuevo, si no fuera por el Gato sentado en medio de la vía.
Nos mira con sus ojos extraterrestres (los marvelianos lo saben) como quien elige victima.
Giro mi móvil y él, que sabe bien que es un arma de destrucción mental, de un respingo desaparece entre los vagones del tren de la fresa
Cierro la cámara y aparece la pantalla de Spotify. Escalofrio.