Deseo Contenido

Es curioso como a veces este deseo tan inmenso que siento puede hacerme sentir tan pequeñito y tan diminuto cuando deseas a alguien inalcanzable.
Hoy me siento pequeñito.
Así que no pongas cadenas a mi deseo, no me rindas las ganas de ti, de tu piel, de tu alma.
Porque lo que yo quisiera es comermerte a bocaos el cuerpo y el corazón.
Y que estos lobos que me aúllan por dentro hirviéndome la sangre y las entrañas de mi sexo, por tu sexo, se sintieran salvajes y libres recorriendo esta noche las estepas de tu piel.
No encarceles este deseo libre y encendido de probarte como quien prueba el calor de la luna de tus labios. Poderosos. Inalcanzables.
Hoy sabes que tienes el poder de hacer lo que quieras conmigo.
Hoy deseo entregarme a ti regalándote un universo de caricias.
Venerándote con cada mordisco del que se comporta como si nunca hubiera comido. Con el hambre metida entre tus ganas y tus muslos.
Y sacia esta sed con la sal de tus pechos, con las olas de tus dedos recorriéndome mientras me estremezco dentro de este calor que siento cuando más frío tengo.
Distante. Inabarcable. Impenetrable.
Siento tu poder sobre mí. Y te ruego que nos desgarremos los cuerpos a lametazos, que nos provoquemos la felicidad de los orgasmos, esos que se llaman Big Bang. Y bailemos a las estrellas desnudos y más primitivos que nunca apagando lo imposible, que es el deseo que me invade de ti.
Eterno. Insaciable. Inagotable.
Hoy me siento muy pequeñito y escribo lo que siento, pero qué colores, olores, qué tacto pongo en mis palabras, con qué fuerza las pronuncio para que tú entiendas el deseo vivo, carnal, que siento por ti.
Tendría que ser sin palabras como tú me entendieras.