El cuenco y la pajita
Hoy he tenido un sueño, he soñado que tenía sed y para beber me ponían un cuenco y una pajita,la pajita era gruesa y no más larga que un dedo, yo la miraba y pensaba cómo beber, en ese momento me he despertado. Y ahora sentada en mi cama reflexiono sobre esto, sobre el cuenco y la pajita. Pienso en como beber asi, en si mi inercia es coger esa pajita para beber aunque me suponga disconfort en el proceso, en tener que agacharme y absorber el agua tragando aire y aire. Pienso en como nos ajustamos a las circunstancias que nos dan sin más, sin pensar en lo que necesitamos y sin intentar ver la manera de hacerlo de otra forma que más se acomode a nosotros. Pienso que una cosa es aceptar y otra resignarse.
Aceptar es un proceso que enriquece, es un estado al que llegó después de entender que las situaciones no dependen de mi y que no tengo el control para cambiarlas.
Resignarse es beber con la pajita, aún habiendo otras formas de beber como coger el cuenco con mis manos.
Cuantos cuencos que pajitas hay en nuestras vidas. Cuántas veces tomamos el camino que nos dan sin plantearnos que es lo que necesitamos.
Yo tomaré el cuenco con mis manos.