"Ladrona de momentos"
Estaba yo animadísima de cháchara, a la vez que mareaba con una cucharilla, mi cortado con hielo. El tintineo de los cubitos mezclándose con la música ambiental, el zozobrar de la brisa marina, el placer de saberse a salvo a la sombra en un chiringuito, después de una mañana playera. Cuando en una de estas, con visión catalégica, amplío mi perímetro noventa grados a la izquierda y derecha, rutina habitual en el chafardeo de los alrededores inmediatos, mis ojos se clavan en un color naranja intenso, me quedo embelesada, ante mis ojos una bellísima estampa visual y sensorial.Me sentí intrusa en ese momento, momento que no me pertenecía,¿o sí?
Me dio por pensar, a veces lo hago de manera involuntaria, la mente no suele pedir permiso para entrar en los pensamientos y desbarartate entera.
Soy impulsiva, emocionalmente, me dan "rampells", palabra catalana sería algo así como un siroco controlado. Esta particularidad de mi carácter, no la reprimo a no ser que la considere inapropiada, perjudicial o invada, un espacio del cual no se me ha dado autorización pasar. Así que... tiro millas, eso sí, a gasoil que una no está ya para ir máquina a todo vapor. Ois... como me enrollo. Después me falta tiempo pa tó, y ando dosificándolo porque no me da la vida.
Al lío, paralizada, me hallo ante una sencilla imagen iluminada por el sol, las dunas, de fondo, el mar. Y .. una preciosa mujer madura con un cóctel, sus respectivos hielos, de un color naranja intenso, atravesado por una cañita, sobre una mesa de madera. El contraste de colores era magnífico. (la foto no hace justicia al momento visual).
Me focalizo en ella, que había quedado en segundo plano, después de quedar deslumbrada con tanto colorido. Entonces entra en escena mi vena emocional, la rodeaba un áurea de paz, rezumaba bienestar por todos los poros dorados de su piel, ni en tres sesiones seguidas de meditación consigo eso. Su sonrisa dibujada me lo hacía intuir, una pamela y el bikini blanco, blanco, sí! Ole por ella, blanco radiante. Yo del negro o similares no salgo, por eso del disimular, hay que joderse, ¿Qué disimula un bikini a no ser que sea tipo faja? En fin...
En ningún momento, me planteé, que podía sentirse sola. Su presencia llenaba medio chiringuito. Así, imposible, ni ella, ni l@s que la rodeábamos.
Hoy he vuelto a casa con ese regustillo de café y bienestar "robado".
PD: es una foto no "consentida" en un lugar público, recortada y tuneada para ofrecer el máximo respeto.