EL MURO
Me senté al lado de un muro para ver si me hablaba, a ver si con mi tacto descubría el lenguaje de las rocas talladas.Pasé mis dedos por la fría piedra y no hubo respuesta, un triste silencio recorrió mis entrañas.
Pegue bien mi oreja, pero nada.
Coloqué mis manos en mi pecho.
El calor de mi cuerpo me consolaba acaricie mi vientre, me dije hermosa y con esa palabra cayó una roca.
Un hilo de luz se hizo paso, iluminando mi cara, mis ojos, mi boca que ya no callaba.
Sincera, valiente, rompiendo barreras, mis labios, fruncidos ahora se alargan.
¿Aquello era magia? No, era calor, ese de mi cuerpo que un día se heló. Luché mil batallas, herida de rabia, de culpa, de miedo y rencor, ese cuerpecito un muro creo.
Cerré mis fronteras y mi corazón, mis días en grises los convirtió. Bajé a los infiernos, charlando con Dante , con Hades, allí Perséfone también me encontró.
Juntas hablamos en largas veladas, de su silencio, de mi tristeza en la oscuridad.
Y así desgarrada, mis pieles quitaba, capa tras capa de años y años. En la oscuridad por fin encontré mi individualidad.
Aquello que soy, lo que me define. Mis luces, mis sombras, todas son yo. Mis noches, mis días, así es la vida.
Y allí Perséfone me enseñó, que nada es eterno, que todos son ciclos, que todo resurge.
Tumbada en el suelo del Hades fui recogida por Deméter su madre, ella me elevaba y dejo yacer mi cuerpo sobre la tierra, en la superficie estaba, fértil, entera, renovada.
Y renací como las flores en primavera.
El color cubría mi piel de un tono rosado. La vida volvió a mi cuerpo enjutado, con mis luces y mis sombras ahora camino, porque se quién soy yo, y así me defino.
Diferente, distinta, bonita o fea, gorda, flaca, mediana o entera, que mas da. Lo que me define dentro está.
Lo que nos define está dentro, así pues, escarbar, no os quedéis en la superficie. Rasgaros, sentir la rotura y liberar esa luz.
Qué cosa bonita son los quejidos!
esos que liberan, que mueven, que elevan.