PARA EMILIA
Emilia había nacido en 1926 en un pueblecito de España, da igual el lugar porque lo que determinó su vida fue la época. Había sido criada como una señorita, pero la guerra civil la llevó a trabajar en el campo con 13 años. Se levantaba a las 5 de la mañana con la fresca y se partía el lomo recolectando y plantando. Era una chica alegre, que quería disfrutar de la vida y aquello no estaba bien visto en esas épocas. Su madre la veía como rebelde y ella se veía libre, sin ataduras, no era consciente del yugo que la sujetaba. Alguna tarde se escapó a disfrutar de las fiestas del pueblo de al lado, su maestría ayudó a que sus padres no se enteraran. A los 18 la mandaron a servir a Madrid, la capital llena de estímulos, de gente, de vida, aunque nada de eso le estaba autorizado.
Ella era mujer en un mundo de hombres, mujer alegre y confiada. Sus ganas de vivir la llevaban, sin pensar cual era la situación y la cultura que la determinaba.
Y no se sabe cómo y en que circunstancia, pero se quedó embarazada, ella sola como única responsable, estigmatizada por liberarse al sexo. Asustada fue a su casa pensando que unos padres siempre acogen a sus hijos, aunque no los comprendan. Pero ese no fue su caso, y el mensaje que recibió fue una paliza de su hermano mayor y el consejo de sus padres de que lo mejor que podía hacer era morirse. Así que ella sin rumbo ni camino pensó en tirarse al metro, pero no lo hizo y en este deambular fue a parar a un centro de mujeres descarriadas.
Tuvo una niña Victoria, no pudo buscar mejor nombre para ella, mi madre. Era una Victoria a la sin razón que les había tocado vivir. Aunque victoriosa de haber nacido, ella llevaría el estigma de no tener padre. Este estigma condicionó su vida y la vida de sus hijas, porque los legados se arrastran, y la educación también. Y ahora aquí me encuentro, desaprendiendo lo aprendido, liberando lastres, y contando esta historia que es parte de mi historia, dando el lugar a mi abuela y a mi madre que es el que se merecen. Y liberando al mundo esta culpa, su culpa que no fue tal, y como marco elegido un foro liberal, que mejor que liberar en un entorno de libertad.
Beethoven escribió una Para Elisa, pero yo a falta de conocimientos musicales y mas ducha en el escribir las dedico estas letras. Gracias estimada audiencia por servirme de foro.