QUE PODERÍO TIENES
Pasamos por la vida, sin apenar valorarte.Como seres casi autómata con pinceladas de racionalidad, damos por hecho que estás ahí,
y debe ser así.
Nos acostumbramos a ti porque no cuestas dinero y es un instinto básico.
Darla y recibirla, en muchas ocasiones la consideramos un mero trueque de cordialidad.
¡Error! Eres un tesoro, divino tesoro. Deberíamos conservarte en un joyero de coral, con su bailarina girando al son del tintineo, cada vez que recibimos una.
Ayer me tropecé con decenas de ellas, desconocidas, después de más de dos años sepultadas bajo una tela azulada, las cuidadoras de la residencia, el hogar de mi madre. Se había convertido en un paraíso.
Un tsunami de labios deseando expresarte, las comisuras llegaban hasta las orejas, menudo concierto de júbilo y alegría.
La estancia iluminada en amor de colores, ojos desprendiendo chispas de felicidad, descubrir nuevas vidas tras de ti.
Y lo que no tiene precio es ver a nuestros mayores, descubrirla nuevamente y recibirla como un regalo.
Qué fácil es todo cuando en mi camino me tropiezo contigo, sonrisa.
PD: aún tengo la energía recibida de ayer. Y mis labios así lo expresan.
Tengo mi joyero a rebosar.