LO MISMO QUE TÚ
En medio de la impresión de las cuentas anuales, preparando el papeleo para cumplir con las obligaciones administrativas que el Estado tiene a bien plantearnos, la tecnología decide pasar de mí y de las instrucciones que desde el ordenador se le mandan y hace lo que le viene en gana.Este texto es, material y literalmente, fruto de una rayada. Sin más intención se ofrece.
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LO MISMO QUE TÚ
A veces, cuando la impresora enloquece
y traza trazos absurdos en el folio
sin dibujar nada, solo líneas sin sentido
en lugar del documento que se espera,
al coger el papel
y llevármelo a los ojos
es como si de pronto me pusieran delante un espejo.
En nuestro contaminado siglo
la vida ya no son los ríos que van al mar,
sino errores de memoria,
manchas de tinta,
problemas de protocolo en la comunicación
o fallos en la conexión bluetooth del dispositivo.
Y, sin embargo,
lo que estaba en el origen del folio manchado
tenía propósito, diseño, sentido.
Ha terminado siendo una nada medio aleatoria
a pesar de lo ordenada de su planificación.
Me representa,
esa hoja emborronada,
mucho más que los supuestos popes de lo público,
los salvadores de todos los males,
los corruptores de las conciencias
y vividores de lo de todos sin moral.
La hoja manchada soy yo,
que pude ser novela.
Las líneas sin sentido son mis días,
que quisieron ser poema.
El folio que parece destinado a la papelera,
igual que estamos destinados a la muerte,
soy yo:
confuso,
malgastado,
desechable,
erróneo...
Y, sin embargo,
si le doy la vuelta,
tengo una cara entera en blanco.
Lo mismo que tú.
El folio erróneo de la impresora, origen del texto.
