Entendíamos
Éramos de otros mundos locos y apartados de los ruidos del devenir diario. Formábamos un ecosistema que alejaba a los demás seres que creíanse alados. Porque solo nosotras tuvimos el privilegio de aparcar en cúmulos y cirros. Hacíamos piruetas concentradas en las inmensiades de este universo pixelado... Y bailábamos con damas encapuchadas a las que hacíamos asomar la risa sin esperarlo, descuadrando su misión plomiza.Teníamos en las sombras nuestros más bellos destellos y cultivábamos luciérnagas llenándolas con la electricidad que nos sobraba.
Hoy posamos para vernos bellas y nos besamos en patios escondidos. Y cuando llega el día señalado, nos apeamos de rutinas y miramos, placenteras, cómo sangramos formando esa fuente inaudita que nos da la vida y complace a la muerte y sus aliados.