Escenarios
En primera fila te miro entrecortado por la barandilla que te da acceso sobre el escenario. La piel que envuelve tu cráneo se deja ver entre tus cabellos enmarañados, aquellos que penetraban entre mis uñas para hacerte estremecer como nadie sabe.Me pregunto si sabes que estoy entre la multitud. Si tu mirar sería igual si me encontraras entre la gente. Pero no me ves en esa esquina que ahora es mía, que me parapeta tras esa especie de barrotes inexpugnables ahora. Como si nada hubiera sido.
Y siento tu saliva salir violenta de tu boca estampándose en mi cara. ¿Por qué terminé en el cubo de vísceras tras la matanza?
Me convenzo ya de que no me descubrirás y justo en ese momento te veo asomar caminando hacia mí (sin ser yo tu objetivo) con pasos cansados. Te sorprendo con el saludo y mi sonrisa forzada. Tienes cara de sapo.
-Hemos venido a verte.
-Gracias por venir- fórmula cortés que te aleja del pasado- ¿Tus niñas bien?
-Si, todo bien- No puedo confesarte que mi padre ha muerto hace unos días. Sería la segunda vez que me acompaña la muerte a tu lado. La primera, ¿recuerdas?, abrió ese cráter que ya jamás cerramos, que seguirá abierto expulsando gases de azufre, nubes, brumas y otras sustancias durmientes.
Y algo más tarde, en la pantalla:
-Gracias por venir- repites desalmado- te iba a escribir, el disco ya está editado. Me ha alegrado verte aunque haya sido raro.