El experimento del Malvavisco. Un clasico
Entre los años 60 y 70, se realizaron una serie de investigaciones sobre la gratificación retardada. En concreto destacó un estudio muy conocido hoy en día: el experimento del malvavisco.La gratificación retardada está relacionada con la capacidad de autocontrol. En estos experimentos se daba a elegir entre una recompensa inmediata o una recompensa posterior mayor.
Así, se estudiaba la habilidad para resistir a una tentación.
El autocontrol es un atributo intelectual también llamado control de impulsos o poder de la voluntad, y mide nuestra paciencia a la hora de esperar por nuestros deseos.
Daniel Goleman, psicológo y periodista científico, lo incluye como una característica importante dentro de la inteligencia emocional. Explica que, quienes carecen de autocontrol, buscan la gratificación instantánea y les resulta más difícil lograr la autorregulación emocional.
Walter Mischel fue el psicólogo austríaco que en 1972 realizó este famoso experimento: The Marshmallow Test durante 14 años.
El estudio se hizo con 16 niños y 16 niñas de entre 3 y 5 años. Se les sentaba en una mesa, se colocaba delante de ellos un dulce y se les explicaba que podían comérselo en ese momento o esperar 15 minutos y entonces se comerían dos.
El investigador observaba desde fuera y comprobaba que algunos no tardaban ni cinco segundos en comérselo, otros intentaban no mirar, lo acercaban y lo alejaban, lo tocaban, lo olían… A los 15 minutos regresaba, y si el malvavisco seguía intacto, entonces les daba otro más y podían comerse los dos.
Apenas una tercera parte de los niños pudo resistir la tentación y esperar a la recompensa mayor. Algunas de las conclusiones del estudio fueron:
Se observó que la edad es un factor determinante, ya que los niños y las niñas menores de 5 años demostraron una marcada falta de capacidad de gratificación retardada.
Respecto a los posibles sesgos por efecto de sexo, apenas se observó que las niñas tenían una capacidad ligeramente superior para demorar la recompensa.
La facultad de esperar o buscar el refuerzo inmediato, se relaciona con la evasión de comportamientos como la dilación, la ansiedad, el trastorno por déficit de atención, la hiperactividad y la depresión.
Además realizaron estudios de seguimiento durante los años posteriores, volviendo a preguntar a los padres de los niños que participaron en el experimento. Y encontraron correlaciones inesperadas entre los resultados de la prueba y las competencias de estos niños en diversas áreas de la vida.
La moraleja es sencilla: si nos comemos todos los malvaviscos gozaremos de placeres inmediatos, pero eliminaremos el valor del esfuerzo y la paciencia, que nos ayudan a estimar posibles gratificaciones mayores en el futuro.
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