Luces de Neon
Cegaban los carteles luminosos. Todos brillantes anunciando clubes exclusivos: frente a la estación, músicos unidos; tras el imperio romano, guitarristas, bateristas y otras especies de poderosos prestigiditadores que exhibían su virtuosismo sin miedos y hambres. A la derecha, poetas llorosos, literatos envejecidos... Hasta novelistas risueños y prosistas lunáticos. Un pintor y un actor y varios fotógrafos posando para vos. Psicólogos, mendigos, clérigos y dormidos. Gente de gimnasio, que también es un deporte, y parejas bailando cual fredes astaires aguerridos.Más luces de colores y una rendija en una puerta: "no te asomes, incauta, ¿no ves que no es tu fiesta?"
Mejor quedarse al margen, las pertenencias no funcionan, los colectivos de jabón solo valen para hacer pompas. Burbujas que suben al cielo y explotan y se quedan adheridas a los átomos de un alma que mugía desvirtuada en las sombras de tu cama.