Menos simple...

Yo, soy de carne y sangre.
Por mis venas pasa un río de inconmensurables y en mi espalda llevo días en los que no quiero levantarme.
No he aprendido nada.
He relamido espermas y he creído en pócimas.
Me he dejado abrir y escupir mientras que me dejaba arruinar por el dios de la fealdad.
Pero me dejé explorar por otros que no disfritaron de mis grutas vírgenes, de mis cuevas accesibles sin rebuscar palabras mágicas.