La Revancha.

I

Me pondré un sombrero para ser el hombre, así me verán y sabrán soy yo el hombre

Y tú una falda y serás la mujer, así te verán y sabrán eres tú la mujer

Hasta que llegue el canalla.

dirá soy yo mariquita y no hombre, y de ella que's puta y no mujer.

al todos reír quedará como cierto.

Guardaremos la vergüenza y el llanto entre las manos,
el sombrero y la falda en el armario.

Se formarán, gente y cosas, en fila ante el canalla para ser por él nombradas.
Ahora él con sombrero de juez y profesor.

Se dará a él mismo la tarea de Adán.
Todo estará machucado y pisado por sus palabras.

A sus espaldas se arrumará tristeza y aburrimiento. Realismo. Academicismo. Irreverencia enferma, miope.

¿Para ésto te revelarás a las formas?

De sacoleva y con cresta mohicana.

Invocando valores zombies.

Pondrán sus esperanzas en el gobierno de los patanes y resultarán tiranos.

No podrán inventar una nueva urbanidad.

Una nueva cortesía para envolver al otro, para tolerar su hedor y su belleza.

tan apiñuscados, con los brazos aprisionados.

De entrevistarnos con el rey nihilista y preguntarle por el dolor, él argüirá siempre ha habido y siempre habrá,
dolor.

Se vestirá de fatalidad, de necesidad, de naturaleza.

"Éres débil, por eso protestas. Éres débil, por eso no quieres jugar".

Los que puedan desandar el camino que nos digan si ya es muy tarde para el coraje.

Para nombrarlo majadero

II

Un conducto que se contrae para atesorar tus buenas intenciones.

Tu semilla telepática

Para incubar nada...
un Mateo virtual.

En cada ademán ves que no está enamorado.

La decoración minimalista, tan fría e impersonal. ¿De qué futuro fracasado vienes?

Te burlaste de mis pantalones cortos de lona y mi camisa de cuadros.

¿A quién pretendes apabullar con tanta sofisticación?

como un James Bond sin villano

(James Bond es un villano...
un asesino de artistas avantgarde.)

Yo con una envoltura peculiar,
Yo que no soy a tu medida,
que soy al margen de tu leyenda,
soy incómoda.

Te soy díez veces ajena.

Sin tus amigos no das risa, das pena.

Vuelvo

Sindicalizando a las nodrizas

Urdiendo la revancha de todas las bastoneras.

Vuelvo

Con un traje de paño
y los dientes muy blancos.

No me puedes enseñar nada, no me puedes ignorar. No puedes explicarte la razones.

Se fiel a tí mismo y has algo asqueroso.