De ascuas y revivires
Llegará alguien que correrá de frente. Lo veré desde lejos y no imaginaré cómo aumentará la velocidad hacia mí.Y se estampará contra mi tórax, partiéndolo en mil pedazos y esparciendo, como las ascuas de una lumbre recién prendida, todos los trozos de alma desechada e inutilizada.
Y así permaneceré, hasta que no me dé cuenta, con ese intruso comiéndose la pared transversal de todas mis cardiopatías.