Tres semanas
Llevo tres semanas sin alcohol. No lo escribo para que aplaudan o animen o hagan vítores. Este camino debe hacerse a solas, es lo que he descubierto. Es, cuanto menos, gracioso, que una tenga que convencer a alguien de su enfermedad: ya resulta bastante bochornoso admitirlo como para añadir mas obstaculos al proceso. No obstante, cada vez que convenzo a alguien (o no), mi determinación aumenta. Ese "pero tú no bebidas tanto" de quienes nunca me han visto beber en casa, sola y/o bajo la mirada de mis hijas...En su libro La última copa , Daniel habla de la "nube rosa" .
"La «nube rosa» marca un periodo en el que descubrimos que cada día tiene su propio amanecer y que esa aurora no se ve enturbiada por una vaga sensación de embotamiento en la cabeza que, sin notarlo, ralentiza cualquiera de nuestras acciones. Un amanecer sin migrañas ni ganas de vomitar. Es un periodo en el que uno experimenta lo reconfortante que puede ser dormir bien toda la noche y no despertarse en plena madrugada con esa inquietud típica de la persona alcoholizada. [...] Una época en la que uno, curiosamente, se vuelve más receptivo a la belleza del mundo exterior, al azul intenso de un cielo de verano y al agua fresca de un lago, al delirio de colores de los árboles en un parque en otoño y a la gélida estampa de un paisaje nevado. Durante semanas y meses te sientes como si hubieras activado el botón de un viejo televisor en color que transforma la película en blanco y negro de tu vida en una extravagancia en tecnicolor. En cierto sentido, la «nube rosa» no es más que una infinita sensación de asombro ante la posibilidad de que exista una vida más allá de las copas, el milagro de un mundo que de repente se ha ensanchado, de una vida que estaba más allá de nuestra imaginación.
[...] Pero el rosa es también un color ingrato que se basa solo en una percepción muy parcial de las cosas. Mientras estás instalado en tu «nube rosa», sigues en condiciones de desconectar de todo aquello que no te conviene, incluidos algunos sentimientos desagradables. Crees que esas primeras dificultades vencidas, todas esas situaciones en las que has renunciado a la bebida son las únicas pruebas por las que tendrás que pasar. Te crees extremadamente fuerte. Pero la «nube rosa» no es más que un intenso y narcisista periodo de buen tiempo."