„„Con total sinceridad, preferiría encontrar una pareja especial con la que realizar actividades de diversa índole y que el límite fuera nuestra imaginación y nuestras fuerzas, sin embargo veo mucho miedo al compromiso, falta de responsabilidad afectiva, intento de cargar a los demás con las propias responsabilidades...también están las personas a las que les gustan que vayan detrás y las que por falta de autoestima necesitan de la constante aprobación de los demás en forma de cariño, sexo, regalos, etc
¿Egoísmo e inconformismo? Son dos eufemismos, diría yo, para catalogar una sociedad que no se hace cargo de sus problemas y espera recibir de los demás el amor que responsablemente sólo podemos recibir de nosotros mismos
Tras tanta búsqueda de sexo, drogas, juegos y comida subyace una necesidad desesperada de amor un amor que en muchas ocasiones no hemos recibido cuando necesitábamos de más pequeños.
Ahora toca sentarse frente al espejo y decir: ''ya está, hicieron lo que pudieron con lo que tenía, no era lo que necesitaba, pero no hay más, ahora soy yo quien se hace cargo de mi malestar y mi sufrimiento''
Reflexión muy acertada.
Además en esta sociedad hay culto a la imagen y al materialismo. A mostrar al mundo lo agradable, y ocultar lo menos agradable. Un intento continuo de justificar que nuestra vida es la ideal, sin ni siquiera pensar si lo es, o si es vacía.
Y eso en todos los ambitos de la vida, hasta en el afectivo, cuanta gente ama en realidad al que comparte su vida con el/ella o ama en realidad a la imagen de una pareja plena que quizás ni lo es.
El problema de mostrar siempre la cara ideal es que es una completa mentira, una máscara.
El verdadero amor, la relación sana y el mejor consejo que me pudo dar mi madre una vez es ''aprende a amar a tu pareja con sus virtudes y sus defectos'', porque nadie, absolutamente nadie es perfecto y sólo cambia quien así lo decide con tiempo y esfuerzo, entonces las personas que viven del ''yo lo cambié'', ''cambiará por mí'', ''cambié por ella'' no entienden que es decisión propia y no viene dada por otra persona.
Es sano aceptar que tenemos límites que no podemos con todo y tenemos días en los que el mundo se nos cae, si la sociedad aceptara este hecho viviríamos con mayor empatía, pero se nos insta a esforzarnos y avanzar pase lo que pase, cuando hay momentos de la vida donde es mejor parar y observar para decidir qué hacer (vacío fértil)
Bueno, ya me extendí un poco, en resumen diré que aceptar la realidad como es aunque pese nos ayuda a avanzar más que cualquier fantasía infantil que queramos perpetuar, pues es mejor la más dura de las verdades que la más dulce de las mentiras