Ya
He pensado mucho en lo simple. Y lo quiero.He mirado un deseo normal de aquellos tiempos inmemoriales. Y lo quiero.
Por aquí todo palidece. Hasta los brillos más brillantes. Sí, me redundo. Constantemente. Irritando cual puntos suspensivos mal puestos. Seguro que ahora nadie entiende.
Entiende que yo vine para secuestrarte y desangrarte. Lo demás... Es solo fantasía.
¿No quieres? ¡Que te den!
Den con mis huesos lamidos cuando llegue a término y traspásenme de un osario a otro. Con nuevos brotes a punto de marchitarse y añejos males llenos de roces.
El roce hace el cariño salvo cuando hace arañazos como en aquellas paredes de cementos grises y puntiagudos.
Ya no me sale más por aquí. Ya no me siento bien. Ya no dejo de no correr.
Ya.