Oración n°2 d. C
Nunca percibo la felicidad ni la suerte.Es triste, porque estas ahí.
Tan real y melancólico como yo misma.
Tan lleno de palabras llenas de tinta...
Cyan, yellow, magenta...
Susurro inconsciente de formas laborales.
Black. Todo muy black...
Salvo tú, Miguel. Mi arcángel ahora.
Te va bien el nombre ya que derrotas
a todos mis demonios.
Y son fieros, os lo aseguro.
Brotan desde los fangos mas profundos,
Desde cloacas malolientes que yo misma construyo
Empeñada en la belleza de las ruinas.
Tú no lo sabes.
No sabes que cuando saco mi bola de demoler,
Coges aire y de un soplido la apartas.
O que vuelves a colocar, cual albañil mágico,
Casi todos los ladrillos pulverizados por mis manos,
Cuando mi fiebre y el etanol se unen y me nublan.
Hay tempestades que no llegan al papel.
Eres mi Neo, no te asustes.
Solo te necesito en mis sinapsis neuronales.
Solo un minuto, el mas leve minuto,
El mas tranquilo.
Dejame solo decirte que te amo un instante,
Dejame inhalarte y exhalarte.
Solo ahora,
para que no se me olvide respirar.