Oración 23
Yo dije: "Adiós, mi Señor". Él dijo: "Buenas noches, perrita"
No.
Prefiero el duro golpe definitivo
que la agonía de las caricias.
Él dijo que no podía darme lo que necesitaba.
Lo dijo con la arrogancia
endeble que da la ignorancia.
Porque Él nunca supo
lo que yo quería.
Mi Señor:
yo solo te necesitaba a ti:
Cuando fuera, como fuera, donde fuera.
Un día, una hora, un minuto,...
Un suspiro