Es una lata ...

El director dice que sí,
la directora, que también;
el cretino, que ¡Hay que ver!
y una marioneta, ¡me dormí!

En el planeta de los lisiados
hay dos cojos muy curiosos
que comentan muy furiosos
que de allí nadie ha escapado.

Y se inventan una nueva oficina
donde acampan a sus anchas.
De cajones ignorados sacan hachas.
Lo que va a ocurrir nadie vaticina.

El del pelo rojo sale a la puerta,
se sacude y se sonríe y coge aire;
y levanta el mango, que le inspire.
Ve al director tarado y a su orquesta.

El del colgante en cruz se adelanta
con el otro segur asido fuerte
y salen corriendo y se divierten.
Los ojos de pánico, "¡Nos encanta!"

Y el planeta explota y se desangra
y un pintor, a lo lejos, lo enmarca
en una obra sin par que no abarca
lo vasto de esta insólita angra.