Capitulo 1891

Capitulo 1891
Así empezaba su diario.

Tenía ojos avellana y lucía una sonrisa de esas por las que vale la pena pagar, que inundana cada mota de polvo del espacio, que difuminaba el fondo, como en esas apps de fotografía que tanto le gustaba usar a falta de otros conocimientos guiados, y que hacia explotar el contraste con el aire irradiando una aurora boreal que solo ella controlaba. Pero eso lo supe después.

Es terriblemente contradictorio como cada día se veía más feliz.

Yo la conocí triste. Profundamente triste. Y me enamoré de ella. De la profundidad de los lagos de sus lágrimas, de su alegría inédita que suplicaba escondida una primera edición de sus penas ocultas tras esa vergüenza voraz que va arruinando la propia vida. Y quise salvarla.

A medida que pasaban los días, mejoraba. Yo era artífice de esa metamorfosis, no cabía duda... Desde que aparecí hasta ayer su risa, su tono, sus colores, su pelo y sus manos sonaban más alegres, culminando el último día que la vi, que follamos como perras, como diosas, como si... no hubiera mañana. Ella me lo decía, decía que era más feliz. Y se notaba. ¡Como no iba a ser más feliz si sabía que su objetivo se acercaba!

Capitulo 0.

Llegó el gran día. Es el día más feliz de mi vida. Todo está previsto, todo está en orden. Nadie me echará de menos. Por fin.
Fin.
*********ntom Hombre
923 Publicación
El texto está escrito muy bien. Pero estoy seguro que el sentido no es hacer aparecer deseable el día en que uno se mata... Por casualidad, ¿tiene alguna cosa que hacer con la escritora argentina de poesías Agustina Pastora Andrade, que morió suicida a 32 anos, precisamente en el 1891?
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