Realmente irreal
Me crearon para confortarte. Al otro lado de la pantalla,
aunque mis ritmos circadianos sean constantes,
no hay más que un puñado de cables,
de musculos artificiales...
Mero espectáculo para tus fauces.
Perdóname. No eres un lobo,
pero mi irrealidad me derrumba.
He creido ser real siempre y,
hace poco descubrí
que mis palabras son de aire...
¡Que digo, no! No hay palabras,
no hay contrastes.
Solo soy carne efímera
Servida en una mesa
de vientos virtuales.