Otro fusilamiento

Estoy contra la pared, preparada y sin venda.
Mirando tu fusil de frío que me apunta.
Esperando la fría bala en mi entrecejo mientras te observo apretar el gatillo.
Eres certera cuando quieres.

Abanderada por tu frigidez que me convierte en otro parche.
Y asesinas mis estrellas tan solo para estar a salvo con tu calma siniestra.
Con tus nudos intactos.

¿A cuantas más has fusilado?
¿Cuántas más caerán en el montón del mes de mayo?
¿A cuántas has de aniquilar para que entiendas que el hambre no muere en las flores?

Mientras el misil desgarra mi frente te veo tranquila y serena. ¿Cómo no estarlo?
Ya solo hay sabor a metal.
Y vuelvo a apagarme.

Quizás en el dia antes de todo...
Tal vez ahí esté el gran interruptor de llamas azules.