Oracion n°1 d. C.

Llevo todo el dia con aroma a menta en el aire,
revolviendo con mis dedos la espuma del remanso que me queda despues de ti.

Quien se hubiera atrevido a decir que llegarías tan callado y tan opaco, encendiendo luciérnagas, velas, candiles, farolas y faros, hubiese sido objeto de mi despecho...

Y apareciste.

Casi de la nada, de un invento, de mi nieve derritiéndose,
tras mis manos proyectando palomas,
donde mi tristeza no tenia parangón en la tierra de los imperfectos,
desde una rendición sin condiciones a mis infiernos...

Ojalá pudiéramos velarnos a pleno sol y mirarnos sin sabernos vistos,
con los ojos abiertos e inmersos en nuestras obviedades diurnas.
O intentando resucitar y sorber algún son onírico mientras suspiramos de amor.

Y es que la glucosa ahora es mi mejor amiga, esa que me ha engordado tantas veces para después vomitarla entre llantos y ataviarla con rolex de oro y hastíos dorados.

Me gusta ser tu estándar peculiar.