Esta entrevista se parece a aquel anuncio de una marca de refresco archiconocida en el que salía la voz de un argentino, que me pone mucho la verdad por si hay alguno cerca, y decía algo así como lo que preguntas. Podrías haber dado la opción de escribo para mí
Pero no obstante eres mi idola
Al final eso es una de las grandes preguntas y por lo que voy viendo esa decisión define en cierto modo al escritor. Los hay que escriben para el 'mercado', los hay que escriben para ellos mismos y entre esas dos posiciones hay todo un abanico de posibilidades. Para mí, lo admirable es lo que explica Millás en su anticuento 'Escribir', esa necesidad imperiosa y acuciante de que algo debe ser relatado, incluso cuando ya nada parezca importar.