Recapitulando en pros y contras: por una vez estamos de acuerdo con @*******ordi , es verdad que, en Barcelona, el Training Pedralbes tiene mucho de lo bueno que se ha ido comentando entre lo deseable. Creemos que el nuevo Only Crazy Dreams, también. No los conocemos todos, pero de estos dos, podemos hablar en condiciones.
Lo de la limpieza y la higiene, salvo excepciones contadas, es como el valor en la mili, se da por supuesta con el precio de la entrada. Y si no, se avisa y se suele acudir presto.
La principal ventaja de ambos locales (también en Oops en BCN): la discoteca está separada de la zona de camas, o sea que lo de los gemidos de fondo efectivamente pasan a ser la dulce y hot BSO de lo que haces, sea follar o socializar, sea en la zona de camas, sea en las zonas de spa. En ambos clubs no hay cerrojos y, por lo tanto, el morbo está servido y el respeto ya es cosa de los usuarios (nosotros, no hemos tenido nunca problemas, aunque también es verdad que no somos ningunos bellezonesque generemos atracciones irresistibles, la verdad, 😉).
Precisamente por eso nos gustan los locales más que los hoteles, aunque de un tiempo a esta parte acostumbramos a llevarnos a los clubs una mínima compañía puesta. Las QDD ayudan. Y sino, las amistades. Y luego, ya si se tercia, y se suman más, pues mucho mejor.
No olvidemos tampoco la componente morbosa del factor voyeur y/o exhibicionista de ir a un club, que tampoco está en hoteles, y que en el dogging tiene inconvenientes más que evidentes.
Finalmente, la profesionalidad del personal es algo que también se valora un montón. Siempre estaremos agradecidos a nuestras primeras veces en ambos locales. En TP, porque debíamos llevar escrito en la frente que éramos unos supermaduros encantadores pero novatos en su primera vez (y nos cuidaron). Y en el OCD, porque fuimos al poco de estrenarse en el cambio de dirección y se contagiaba la ilusión de unos emprendedores que empezaban un proyecto en el que le han puesto el alma (además de, quizá, los ahorros), y eso se notaba en los detalles que han introducido en el club.
Una pega, eso sí, demasiados clubes, la excesiva permisividad con los fumadores que no sería necesaria. Y lo dice Ignatius que sigue luchando contra ese vicio.
PD. @******d10 Hay que dejar las chanclas una dentro de otra para que quede claro que son las tuyas, ya entonces si alguien se pone las tuyas, tienes carta blanca para "disparar" ja, ja, ja.
Lo de la limpieza y la higiene, salvo excepciones contadas, es como el valor en la mili, se da por supuesta con el precio de la entrada. Y si no, se avisa y se suele acudir presto.
La principal ventaja de ambos locales (también en Oops en BCN): la discoteca está separada de la zona de camas, o sea que lo de los gemidos de fondo efectivamente pasan a ser la dulce y hot BSO de lo que haces, sea follar o socializar, sea en la zona de camas, sea en las zonas de spa. En ambos clubs no hay cerrojos y, por lo tanto, el morbo está servido y el respeto ya es cosa de los usuarios (nosotros, no hemos tenido nunca problemas, aunque también es verdad que no somos ningunos bellezonesque generemos atracciones irresistibles, la verdad, 😉).
Precisamente por eso nos gustan los locales más que los hoteles, aunque de un tiempo a esta parte acostumbramos a llevarnos a los clubs una mínima compañía puesta. Las QDD ayudan. Y sino, las amistades. Y luego, ya si se tercia, y se suman más, pues mucho mejor.
No olvidemos tampoco la componente morbosa del factor voyeur y/o exhibicionista de ir a un club, que tampoco está en hoteles, y que en el dogging tiene inconvenientes más que evidentes.
Finalmente, la profesionalidad del personal es algo que también se valora un montón. Siempre estaremos agradecidos a nuestras primeras veces en ambos locales. En TP, porque debíamos llevar escrito en la frente que éramos unos supermaduros encantadores pero novatos en su primera vez (y nos cuidaron). Y en el OCD, porque fuimos al poco de estrenarse en el cambio de dirección y se contagiaba la ilusión de unos emprendedores que empezaban un proyecto en el que le han puesto el alma (además de, quizá, los ahorros), y eso se notaba en los detalles que han introducido en el club.
Una pega, eso sí, demasiados clubes, la excesiva permisividad con los fumadores que no sería necesaria. Y lo dice Ignatius que sigue luchando contra ese vicio.
PD. @******d10 Hay que dejar las chanclas una dentro de otra para que quede claro que son las tuyas, ya entonces si alguien se pone las tuyas, tienes carta blanca para "disparar" ja, ja, ja.