El pan
Hola! No sé si es el sitio. Espero que os guste mi relato. 😘EL PAN
Domingo por la mañana, sentado en la cama mirando un zapato, pensando si merece la pena levantarse con la que está cayendo..hago un café, esperando impaciente que mi erección matutina me deje seguir con mi vida. El olor del café y el petricor es suficiente para darme una ducha y bajar a comprar el pan.
10 segundos tardo en responder al saludo de la dependienta, obnubilado por el curly azabache y sonrisa perlada que hace que mis pupilas alcancen el tamaño de un vinilo por la parte de atrás. “Buenos díaaaasss”, mirando a la mujer de mi vida. Me sonríe y me tiemblan las piernas, el deseo se vuelve incontrolable. Respiro, me tranquilizo y le suelto un “café, tu, yo, ahora”(no podía articular nada más). Se ríe por la elocuencia y acepta.
Después de reírnos de la vida y un par de miradas furtivas, me pregunta si mi casa está muy lejos.. - hum… 1,5 minutos en esa dirección..
No dijimos ni una palabra hasta cerrar la puerta de mi casa.
Me acerqué a su cuerpo, aparté el pelo de su cara y en el primer beso, nos convertimos en la llama eterna de un monumento.
Se dio la vuelta y deslicé mis besos por su cuello, atrapando el lóbulo de su oreja entre mis labios. Me agarró las manos y las puso en su pecho, natural, pesado, los pezones empujando contra su camiseta con fuerza.
En cuanto decidí jugar con sus pezones, arqueó la espalda y “aparcó” su duro culo sobre mi “bulto”.
Le quité la camiseta y me fui agachando poco a poco, besando cada cm de piel a mi paso.
Deslicé sus leggins hasta las rodillas, se apoyó en la encimera de la cocina y cogiendo el culo con las dos manos, me abrí paso con la lengua hasta alcanzar su ano, lo beso, lamo, muerdo.
Noto como sus fluidos van resbalando por las piernas y decido levantarme quitándome los pantalones por el camino. Abrazo su pequeño cuerpo por detrás mientras mi pene, gordo y caliente pasa a través de sus piernas. Agarro su pecho con fuerza y ella con su mano aprieta mi polla contra su coño moviendo la cadera… me vuelve loco.
Le doy la vuelta y después de besarnos y mordernos más tiempo del que mi cuerpo puede soportar, me abraza con sus pierna y vamos a mi cuarto.
La dejo caer en mi cama, sus rizos negros caen en mi cama a cámara lenta, una imagen que me queda de por vida..
Mi pene late con fuerza ante semejante estampa..
Me acerco a ella y beso su boca, su cara, su frente..sonríe y me acelera el corazón.. recorro con mis labios su clavícula, axila.. me tomo mi tiempo para ver cómo crecen sus pezones y encogen sus areolas al notar mi respiración sobre ellos.. meto todo lo que puedo en la boca, con ansia pero con delicadeza. Con mi lengua hago un peregrinaje hasta el monte de Venus. Tiene vello, cuidado y negro como el pelo.. me encanta atraparlo con mis labios y tirar hacia arriba, dejando al descubierto su clítoris.
Dedico mis besos a sus ingles, se retuerce entre placer y cosquillas, casi insoportable. Paso mi lengua por sus labios y soplo suave para sacarla todo lo que puedo y abrirme paso a través de su vulva. Juego con sus labios y poso los míos en su prepucio. Noto como cobra vida propia y me pide más, descubro su clítoris con la lengua y parece que me habla.. separo la cara y un hilo de sus fluidos separa mi barba de su sexo incandescente.
Con una voz ahogada, susurrándome al oído..
Escucho: “por favor, quiero tu pene dentro de mi. AHORA”.
Nunca había obedecido una orden y menos con tanta celeridad..
No hace falta ayuda de ningún tipo, mi pene resbala dentro de su cuerpo como si estuviesen hechos a medida, como un imán que atrae el metal.. meto todo mi ser dentro notando como las sábanas de empapan.
Sin sacar ni un mm, muevo la cadera sonando como dieras palmadas en la piscina…
Beso sus labios, miro sus ojos, me mira y salgo despacio.. para cuando menos se lo espera acometer con todo, rápido, sin miramientos. Sus ojos se ponen blancos h de nuevo vuelvo a salir despacio, entro despacio, dejando que su sexo absorba el mío..
Pongo sus piernas abrazando su increíble pecho dejando su vulva hinchada y caliente a la vista…
Esta vez, con una mirada cómplice, me pongo sobre ella y muevo la cadera frotándome con su clítoris. Saco todo y meto con fuerza…el sudor, los jadeos, el corazón a 160 pulsaciones. Bajo el ritmo.. baja las piernas y me susurra..”córrete”
Terminó de decir “te” y exploté entre gemidos y piernas temblorosas…
-Ha sido increíble.
-Si.
De pronto, escucho una voz en off que me dice:
• Aquí tiene su cambio, señor..
• Con un gruñido, pienso..señor? WTF
Hora de volver a casa para tocarme y terminar lo que empecé comprando el PAN.