@*******ordi QUE TEMA MAS INTERESANTA HABEIS TOCADO !!
No solemos hacer comentarios en foros para que no se malinterprete como publicidad, muy lejos de nuestra intención. Sin embargo, hemos leído detenidamente cada una de las aportaciones que habéis escrito y nos gustaría compartir nuestra perspectiva, MUY ATENT@S a vuestras aportaciones.
En nuestro club swinger, gestionado por y para swingers, creemos firmemente que el erotismo y la excitación son contagiosos. Al igual que un bostezo puede propagarse y hacer que todos en un lugar bostecen, pequeñas chispas en el ambiente pueden generar una transformación en todo el club, animando a los asistentes a vestir de la forma más seductora posible.
Hemos observado que muchas parejas llegan con un atuendo y llevan otro preparado para cambiarse en el local. En lugar de imponer un código de vestimenta restrictivo o utilizarlo como método de selección en la puerta, confiamos en el efecto contagio. De hecho, hemos visto cómo parejas que inicialmente no venían vestidas de forma especialmente erótica, en visitas posteriores nos sorprenden con atuendos más seductores, sin necesidad de decirles nada.
Nuestra experiencia nos ha enseñado que el concepto de erotismo es muy dispar y ecléctico. Lo que para unos es seductor y sexy, para otros puede ser diferente. Un ejemplo claro es cuando alguien nos pide una canción “sexy” para bailar en el escenario; siempre preguntamos cuál, porque las preferencias de nuestros miembros abarcan desde un reguetón comercial hasta acid jazz, pasando por canciones que incluso a nosotros nos sorprenden como "sexy".
Además, el tipo de vestimenta está intrínsecamente ligado a la ciudad y su evolución cultural. En nuestro caso, en Valencia, ya no sorprende ver en un restaurante de prestigio a parejas vestidas con un estilo casual que tiende a lo playero. No obstante, reconocemos que la vestimenta juega un papel importante en la generación de erotismo.
Por ello, hemos implementado una tienda de intercambio de ropa en el club, precisamente por el efecto contagio. Cuando la gente ve que otros se ponen “sexy”, no quieren desentonar y buscan soluciones urgentes para adaptarse al ambiente.
En resumen, preferimos fomentar un entorno donde la libertad de expresión y el contagio positivo inviten a todos a participar y disfrutar, respetando la diversidad de estilos y preferencias sin imponer restricciones que puedan limitar la experiencia de nuestros miembros.